domingo, 30 de marzo de 2014

Venezuela: Presos políticos y asesinos libres



Por @Joaquin_Pereira

Cuando casi se han cumplido dos meses de protestas ininterrumpidas que se han reproducido en Venezuela como la viruela, el régimen de nicolás maduro se muestra sospechosamente expedito para apresar a líderes políticos mientras que se hace el tonto ante la relación de personeros del régimen con quienes han asesinado o torturado en medio de las manifestaciones.

En una inédita justicia exprés, en pocas horas se apresa, juzga, condena y destituye a varios alcaldes electos hace apenas tres meses y se llama a nuevas elecciones en sus municipios. Es el caso de Daniel Ceballos, alcalde de San Cristóbal del estado Táchira limítrofe con Colombia y corazón de las protestas; y de Enzo Scarano, alcalde del municipio San Diego en el estado central de Carabobo.

En el colmo del cinismo, el régimen mantiene preso al líder opositor Leopoldo López acusándolo de los hechos violentos ocurridos el 12 de febrero luego de culminada una marcha pacífica de estudiantes en Caracas, cuando ha tenido que reconocer que ese día los que dispararon estaban ligados al gobierno. 

Varias fotografías y videos captaron “con las manos en la masa” a varios funcionarios del Sebin – Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar-; dos escoltas del ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres; y algunos empleados del Instituto Autónomo de Seguridad Ciudadana y Transporte de la alcaldía de Libertador, presidida por el “psiquiatra de la revolución” Jorge Rodríguez. Algunos de ellos aún se encuentran en libertad.

La justicia en Venezuela en vez de ciega parece más bien  bizca: si eres opositor y llamas a la protesta pacífica te llevan a la cárcel, mientras que si eres del régimen puedes amenazar impunemente.

Esto se observa claramente en el caso del gobernador del estado Carabobo Francisco Ameliach.  Luego de escribir en twitter que acabaría con las protestas en su región por medio de un “ataque fulminante”, milicias armadas cumplieron con la orden produciendo la muerte de Génesis Carmona, quien fue Miss Turismo. El autor material del asesinato sigue en libertad; el gobernador Ameliach no ha sido imputado.

Otro ejemplo de la viciada justicia roja rojita lo encontramos en el tristemente célebre caso de la funcionaria de la Guardia del Pueblo Josneidy Nayarí Castillo Mendoza, quien no tuvo una mejor idea que emparejarle el rostro a Marvinia Jiménez con certeros golpes de su casco, durante una manifestación en la urbanización La Isabelica, en Valencia estado Carabobo.
  
Castillo se encuentra prófuga dado que no ha sido presentada en los tribunales por parte del órgano de seguridad del que forma parte, y actualmente sigue caminando libremente en el Core-2.

Por su parte a la agredida Jiménez le imputaron los delitos de instigación pública, obstaculización de las vías públicas, lesiones personales, resistencia a la autoridad y daño a la propiedad privada. Se le dictó una medida cautelar sustitutiva de libertad con régimen de presentación cada 45 días y prohibición de salida del país.

Y así se suman casos, familias destrozadas porque uno de sus miembros fue agredido, torturado o muerto; mientras que los victimarios encapuchados desaparecen en la noche o pasean sus rostros durante el día ejerciendo un cargo como funcionario de seguridad. 

Como Yonny Bolívar, alias “Capitan Bolívar”, supuesto guardaespaldas de la ministra de Servicios Penitenciarios, María Iris Varela, aunque él lo niega.

Tenía un juicio desde el 30 de marzo de 2006 por los delitos de secuestro con agravantes genéricas de la responsabilidad penal, usurpación de título militar, ocultamiento de arma de fuego, aprovechamiento de acto falso, obtención de pasaporte por falsedad Ideológica, con aplicación de la agravante específica referida a la reincidencia específica, según consta en acta del Juzgado Cuarto de Juicio, Circuito Judicial Penal del estado Lara, con el número de asunto KP01-P-2004-000425

En una conversación telefónica con la periodista de El Nacional Adriana Chirinos, negó que hubiera salido de la cárcel por el llamado Plan Cayapa, una iniciativa del Ministerio de Servicios Penitenciarios que desde el 2012 ha dejado en libertad a por lo menos 13.224 reclusos. Dice que en su caso por buen comportamiento le redujeron la pena , al restarle un día de prisión por cada día dedicado al trabajo y al estudio.

El domingo 23 de marzo a las 8 de la noche se trasladaba cerca de los Nuevos Teques cuando notó una barricada.  Cuenta que varios encapuchados se acercaron a su carro lanzando piedras y botellas; incluso escuchó tres tiros. Entonces se bajó del vehículo, desenfundó su pistola y lanzó varios tiros al aire.

Una de las balas habría rebotado en un poste impactando en la cabeza de Adriana Urquiola, interprete de señas en el noticiero del canal de televisión Venevisión. Adriana Urquiola estaba embarazada.

A menos de una semana del suceso el expresidiario Yonny Bolívar huyó del país. 

Ahora todos los venezolanos nos preguntamos ¿quién ayudó a salir del país al asesino de Adriana Urquiola? 

Ahora todos los venezolanos nos preguntamos ¿por qué hay presos políticos y asesinos libres?

lunes, 24 de marzo de 2014

Nicolás Maduro – por ahora - no es venezolano




Para ser Presidente en Venezuela hay que cumplir varios requisitos que se incluyen en los artículos 227 y 229 de la Constitución Nacional.  El más importante es haber nacido en el país y no poseer otra nacionalidad - aparte de tener una edad mental mayor de 30 años, no tener cargo en ninguna religión incluyendo los babalaos o de la secta de Saibaba y no ser un condenado. 
Nicolás Maduro no ha presentado públicamente su partida de nacimiento por lo que – por ahora – no ha comprobado ser venezolano y cabría su destitución inmediata y su aprensión por fraude.
Lo más cercano a una prueba de nacionalidad fue un documento que mostró la presidenta - con periodo vencido-  del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, en una entrevista televisiva con el periodista Vladimir Villegas en el canal comprado por el gobierno Globovisión.
Como si se tratara de un espectáculo de circo, Lucena mostró un papel afirmando que era la partida de nacimiento de Nicolás Maduro, guardándola más rápido que un mago ocultando una carta falsa.  
Lo más lógico es que se tuviera una copia escaneada de ese documento para que fuera expuesta en los medios y acallar las dudas al respecto. No. La carta falsa sigue oculta. El circo sigue con el lema de “lo más difícil todavía”.
Y como si se tratara de una blasfemia, la secta chavista se rasga las vestiduras si alguien osa afirmar que el rey está desnudo… y lo está.  El pasado 19 de marzo, el diputado Walter Márquez presentó un informe sobre su investigación con respecto a la nacionalidad de Nicolás Maduro donde afirmó que habría nacido en Bogotá y que su madre habría nacido en Cúcuta.
Como si de un complot se tratara, Márquez asegura que el G2 cubano tuvo acceso a los libros de registro de nacimientos en Bogotá, rompiendo las hojas donde se habría registrado a un niño que luego de varios años y con la bendición de Hugo Chávez se apoderaría de la silla presidencial venezolana.
Y yo me pregunto: ¿no sería más fácil que Nicolás Maduro presentara su partida de nacimiento de forma pública desmintiendo a sus detractores y acabando con la polémica de raíz? Es conseja sabia y popular eso de “Quien no la debe, no la teme”.
Todos los venezolanos tenemos que pasar por un viacrucis para optar a la adquisición de dólares a precio oficial. Hay que armar una carpeta con infinidad de documentos. Si el funcionario que te atiende no le gusta el color del bolígrafo conque firmaste los papeles, el trámite no avanza. Si tu nombre no aparece completo en el registro automatizado, el funcionario no aceptará tu petición y entrarás en un nuevo viacrucis para demostrar que tú eres tú.
Claro, eso es para el pueblo. El rey Nicolás puede ser Presidente de Venezuela sin demostrar que es venezolano gracias a la bendición que obtuvo del nefasto Hugo Chávez quien minó las instituciones nacionales y compró conciencias internacionales para crear una moderna dictadura a prueba de demócratas.
Cada día, a partir del 12 de febrero de este año, los venezolanos nos levantamos con la noticia de nuevos asesinatos en medio de las protestas, como si se tratara de emular aquella taquillera película donde unos tributos competían matándose entre sí para no morirse de hambre y veían en el cielo el parte diario de caídos. 
No sé dónde nació Nicolás Maduro, él no ha probado ser venezolano. Lo evidente es que defiende a la dictadura de los Castro en Cuba y acosa y persigue a los opositores en Venezuela. 
Con los poderes nacionales secuestrados por el ejecutivo y los organismos internacionales maniatados por una chequera de petróleo, los venezolanos sólo confían en la justicia divina que se ha llevado ya a varios de los personeros del régimen chavista. Sólo hay que esperar por el resto.

jueves, 20 de marzo de 2014

La matrix venezolana se resquebraja



Por @Joaquin_Pereira

Foto de @KodiakAguero

Si visitas Caracas por estos días pareciera que todo transcurre de acuerdo a la normalidad impuesta por el régimen chavista durante los pasados 15 años: el caos normal, el tráfico normal, la escasez de productos normal y la inseguridad normal.

Pero la percepción cambia si al llegar no te tragas la pastilla rojo rojita del gobierno que se ufana de haber ganado 18 elecciones fraudulentas y te tomas la pastilla azul de la resistencia que está harta de la corrupción y las humillaciones.

Los estudiantes lograron durante un mes de protestas intensas resquebrajar la matrix ideológica que fue establecida por el verbo iracundo de un líder negativo carismático como lo fue Chávez y que tercamente quieren prolongar sus herederos.

Si caminas por las calles del municipio Chacao, cerca de la emblemática Plaza Francia de Altamira, te puedes topar con un padre que  lleva a su hijo a comer una hamburguesa luego de buscarlo a su escuela, pero como optaste por la pastilla azul te sorprenderá observar decenas de militares en cada esquina.

Entonces  te preguntarás ¡qué locura es ésta! ¿Cómo la gente puede estar haciendo su vida cotidiana con un ejército de ocupación en sus calles, que más bien pareciera esperar el ataque de un feroz enemigo?

Poco a poco verás  las grietas del programa socialista y te toparás con monigotes ahorcados en los puentes, o dejados al abandono en las puertas del Metro o en las plazas. Verás pancartas que invocan el artículo 350 de la constitución que  le da legitimidad al derrocamiento de un gobierno que atente contra los derechos humanos. Verás por fin el grafiti de “Abajo la Dictadura”.

Entonces notarás que ese padre que llevaba a su hijo a comer hamburguesas camina más rápido de lo normal, que le aprieta la manita con más fuerza cuando pasa frente a la docena de militares de la esquina, y notarás que suda más de lo normal.

Si tomas un taxi para dar una vuelta lograrás percatarte de la presencia de un grupo de señoras que reza el rosario en la entrada de su urbanización mientras el viento se lleva las virutas de lo que fue una guarimba o barricada usada para protegerse de los colectivos armados que las aterrorizó, sobre todo en las noches.

Al escuchar la radio en el taxi escucharás una entrevista telefónica que le hacen a una venezolana en Madrid y que se ha dedicado a recabar medicamentos para enviarlos a su patria, que sufre de carestía aguda. 

Cambiarás de emisora y escucharás la conversación con dos jóvenes que por casualidad grabaron las escaramuzas que produjeron las primeras muertes luego de la marcha pacífica de los estudiantes el 12 de febrero y que ayudaron a demostrar que los asesinos estaban vinculados con funcionarios policiales del régimen.

Al ver por la ventana te sorprenderá el número de cruces que pasan delante de ti a gran velocidad y le pedirás al taxista que se detenga para verlas de cerca. Cada una tiene un nombre: Bassil, Juan, Roberto, José Ernesto, Génesis, Julio, Doris Elena, Elvis, Geraldine, Alejandro, Wilmer, Eduardo, Giovanni, Jimmy, Joan…

Una persona que corre se tropezará contigo. Te verás de repente en medio de una andanada de motos que avanzan como si estuvieran cazando un conejo blanco. La garganta comenzará a picarte y te costará respirar envuelta en una nube grisácea. Escucharás el zumbido de los perdigones rozándote el oído.    

Lograrás esconderte en un callejón y al mirar el suelo verás una pancarta rota que dice “No quiero vivir en otro país, quiero vivir en otra Venezuela”. Y entenderás. Por fin entenderás porque la matriz chavista está herida de muerte y sólo es cuestión de tiempo para que estalle en mil pedazos mostrando la realidad de un país destruido que espera renacer de las cenizas.





domingo, 9 de marzo de 2014

La libertad en Venezuela: ganancias y pérdidas



Por @Joaquin_Pereira
Foto de Kodiak Agüero

A un mes del inicio de las protestas que han conmocionado a Venezuela – desde el 12 de febrero de 2014- y que la han llevado a encabezar los titulares de los medios en todo el mundo, es preciso hacer un inventario de los logros obtenidos y del precio que se ha pagado.
Comencemos con las pérdidas: 
Bassil Da Costa, Juan Montoya, Roberto Redman, José Ernesto Méndez, Génesis Carmona, Julio González, Doris Elena Lobo, Elvis Durán, Geraldin Moreno, Alejandro Márquez, Wilmer Carballo, Eduardo Anzola, Giovanni José Pantoja, Jimmy Vargas, Joan Quintero,… 
Son parte de los nombres de la victimas mortales que ha generado el conflicto, y que tratamos de simplificar agrupándolos en frías estadísticas: 21 muertos, 2.382 heridos, 1.254 detenidos, 44 torturados, 2.238 manifestaciones… (sólo hasta la fecha de redacción de esta nota, domingo 9 de marzo de 2014).
Todos tenemos las manos manchadas de sangre, algunos los dedos al hacer un retuit, otros al enviar un mensaje de texto convocando a un grupo de motorizados a atacar a manifestantes, y otros el puño entero al alzarlo en cadena nacional vociferando “candelita que se prenda, candelita que se apaga”.
Las almas de las víctimas son “candelitas” que ningún dictador apagará en el recuerdo y el corazón de sus familiares, pese a que la política diga “el show tiene que continuar” o los medios se monten en la próxima tragedia para llenar sus ya menguadas reservas de papel.
Ahora pasemos a las ganancias… si se pueden llamar así las victorias si para obtenerlas nos volvimos un poco menos humanos.
El primer logro es que todo el mundo llama dictador a Nicolás Maduro, es decir, que podemos llamarlo sólo nicolás, con las minúsculas que se merecen los dictadores.
La forma en que se denomina a un jefe de Estado es muy importante a la hora de sacarlo del poder: los Presidentes son legítimos, los dictadores tienen un banquillo esperándolo en el tribunal internacional de la Haya.
Y hay otras palabras que han surgido entre la hojarasca que han dejado las barricadas, los gases lacrimógenos y los perdigones: esbirro, torturador, sapo, sátrapa, tarifado,… y también héroe, resistencia, fe, libertad, desobediencia,…
Las palabras son “un arma terrible” como diría Álex Grigelmo en su obra La seducción de las palabras, que tercamente utilizo en mi Taller de Escritura Creativa, experiencia que pretende emular la película La Vida es Bella al entusiasmar a la escritura en medio de un país que se cae a pedazos.
Pero hay otras ganancias:
La somnolencia en la que se había sumido el venezolano luego de fallidas intentonas electorales de sanar la democracia se evaporó luego del llamado a salir a las calles a protestar, sobre todo detrás de los estudiantes, quienes han liderado la lucha en esta coyuntura histórica.
La gente salió a la calle con todos sus temores a flor de piel y tras días de golpes, gases, proyectiles, humillaciones,… el miedo se hizo pequeño y fue aplastado por la determinación que surge cuando se ve hacia atrás y se sabe que no hay retorno, cuando se sabe que detenerse es convertirse en esclavos. 
Ahora hay una sola opción, seguir adelante, aferrados a la esperanza de que toda esta pesadilla pasará. Luego podremos sanar nuestras las heridas y en paz – la verdadera- por fin podremos llorar a nuestros muertos como Dios manda… sin rumbas de Carnaval ni disfraces.
Para el momento de cierre de esta nota una madre busca a su hijo tras ser detenido, otra espera a que un médico le diga el estado del suyo herido de bala, y una más le trata de explicar a su bebe que su padre está trabajando por el país porque no puede explicarle que es un preso político.
Todo pasará, la dictadura caerá y los venezolanos volveremos a entonar nuestro Gloria al bravo pueblo… con ese sentimiento sin nombre que es mezcla de dolor y alegría y que sólo los portugueses han podido acercar a denominarlo como saudade.

lunes, 3 de marzo de 2014

Tres escenarios para Venezuela




Lo ocurrido en Venezuela en las últimas semanas es la consecuencia lógica de un estado de caos que se fue agravando luego del fallecimiento del presidente Hugo Chávez y la asunción al poder de forma poco transparente de Nicolás Maduro.
Ahora estamos en medio de un huracán que día a día cobra nuevas víctimas y multiplica las protestas ya no sólo en las principales capitales sino en las regiones más distantes. 
A la inseguridad, la escasez y a la censura de los medios se suma un nuevo temor en la vida diaria del venezolano: represión a la oposición política.
Entonces, ¿qué es lo que se vislumbra en los próximos días para Venezuela? Y hablamos de días u horas porque es tal la distancia entre la realidad y la farsa de la propaganda oficial que todo llama a un pronto desenlace.
Por lo menos hay tres escenarios posibles: el fin del régimen, su consolidación o el sopor…
Si las protestas continúan y se genera la renuncia o salida a la fuerza de Nicolás Maduro, saldrá a la luz toda la verdad sobre la corrupción de  las principales figuras del régimen. Se establecería un poder transitorio y se llamaría a nuevas elecciones luego de conformar un nuevo Consejo Supremo Electoral con presencia de observadores internacionales de credibilidad.
En cambio, si la represión acorrala a los manifestantes, el régimen atacará a las principales figuras de la oposición, aumentará la censura en los medios y comenzará la cacería de brujas de ciudadanos de a pie que sean identificados con la oposición. La escasez y las muertes violentas por la delincuencia aumentarán y la sensación de depauperación aumentará. Lo peor será la depresión generalizada que se sentirá al saberse olvidados por la comunidad internacional.
Y una tercer escenario posible es que se generalice la “burundanga” o “pacificación obligada” del gobierno, es decir, que el clima de tensión se relaje debido a la necesidad de la ciudadanía de seguir adelante con sus vidas en la búsqueda de sustento y distracción psicológica. El rumor será el pan nuestro de cada día: se multiplicarán los desaparecidos y los atentados sin causantes identificados.
La única salida posible que le queda a Nicolás Maduro para mantenerse como presidente es la verdad y la negociación: que el gobierno reconozca sus faltas, saque de sus filas a los corruptos, rompa su descarada vinculación con el gobierno de los Castro e incluya en puestos de poder a figuras respetadas por la oposición.  
Si esto no ocurre la tensión será permanente y el deterioro del país se acelerará. 
La única esperanza que tiene Venezuela en estos momentos son los estudiantes: no claudicarán en su lucha, son incorruptibles, tiene la mejor razón que es su futuro y cuentan con el respeto y el respaldo de toda la sociedad.