jueves, 14 de enero de 2016

Se perdió la capa de invisibilidad de Chávez




Por años los jerarcas chavistas en Venezuela –como Diosdado Cabello y Cilia Flores- gozaban de una especie de impermeable “capa de invisibilidad” que les permitían no contestar las preguntas de la prensa libre. La hegemonía comunicacional y el control de los poderes que heredaron de la gestión de Hugo Chávez les permitía evadir el cuestionamiento sobre temas tan álgidos como la corrupción y el narcotráfico. Eso se acabó el 5 de enero con la instalación de la nueva Asamblea Nacional con mayoría demócrata.
Los secuestradores del poder en Venezuela durante 15 años se acostumbraron -como el célebre mago Harry Potter- a evadir la discusión libre al cubrirse con una tela discursiva ideológica cansina que era repetida por sus acólitos luego de ser replicada fielmente por los medios controlados por el gobierno. Periodistas que no preguntaban y contralores que no investigaban hicieron que una casta de malandros se emperifollara con las marcas más costosas provenientes de ese Imperio al que tanto critican,  mientras manipulaban al pueblo con un discurso de seudoizquierda populista.
Los personajes con más poder en Venezuela y que rehuían con más tenacidad los micrófonos de medios libros, Diosdado Cabello y Cilia Flores, tuvieron que enfrentar las preguntas de los periodistas que volvieron a tener acceso a la Asamblea Nacional luego de ser excluidos por años cuando el Poder Legislativo estaba manejado por una mayoría oficialista.
Acostumbrada a no ser cuestionada a quemarropa, Cilia Flores no se esperaba al arribar a la instalación del nuevo parlamento la pregunta del periodista del Diario Tal Cual Víctor Amaya: “Diputada… ¿en algún momento declarará sobre los narcosobrinos?”. La respuesta fue una sonrisa nerviosa y un toqueteo caprichoso en el ombligo del periodista.
La llamada “primera combatiente”, esposa del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, había rehuido por semanas a los periodistas que pudieran interrogarla sobre el caso de dos familiares cercanos capturados infraganti por funcionarios policiales de Estados Unidos cuando planificaban traficar cocaína al país norteamericano. La pregunta será reiterada una y otra vez por los periodistas de medios no controlados por el gobierno en cada sesión de la Asamblea Nacional a la que asista la relecta diputada. Ya no podrá evadirse.
Por su parte el presidente saliente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello no pudo escapar de la cuadrilla de reporteros que se arremolinó a su alrededor cuando de forma premeditada llevó a su bancada a dejar la sesión como huida hacia adelante a las futuras interpelaciones que se harán en el seno del Poder Legislativo restaurado en su autonomía.
Una periodista en especial le incomodaba, no por recibir algún maltrato por parte de la comunicadora, sólo por escuchar preguntas no complacientes. Su respuesta muestra la calaña de la que está hecho: “Tú eres muy adeca”, le dijo el múltiplemente señalado por organismos internacionales de estar supuestamente involucrado con el narcotráfico. Para los que no son venezolanos, “adeca” hace referencia a ser solidaria de Acción Democrática, partido del que por cierto forma parte el nuevo presidente de la Asamblea Nacional Ramos Allup.
Este legislador en su discurso de entronización en su cargo dejó claro la agenda del Poder Legislativo en los próximos meses: Recuperar la autonomía de la Asamblea Nacional frente al oprobioso control que había hasta ahora por parte del Ejecutivo; promulgar una ley de amnistía y reconciliación nacional para liberar a las decenas de presos políticos que mantiene encarcelado el régimen; y buscar una salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la secesión del actual gobierno.

La cobija del poder les queda cada vez más corta a los rojos. Los hijos de Chávez se encuentran desnudos y deberán mostrar sus miserias ante un pueblo arto del hambre, las colas y la inseguridad. Se les perdió la capa de invisibilidad que los protegía hasta ahora.