domingo, 23 de febrero de 2014

Renuncia nicolás



Tienes el santo volteado nicolás y ni el escapulario de Maisanta que tomaste prestado de chávez te servirá para obtener indulgencia. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Regálale a los venezolanos el despertar un día de estos – ¿de esta semana quizá?-  con la noticia de que te fuiste de madrugada a visitar a raúl y a fidel. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Y no, no se me olvidaron las mayúsculas en tu nombre, ni en el de tu comandante galáctico, ni en el de los hermanos buchones de Cuba. No. Es que a los dictadores le queda grande tener nombre. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Podrías relajarte un poco en las calles de la Habana tomando alguno de los únicos tres sabores de helado que sirven en la única heladería más o menos decente de la ciudad, la Coppelia, pero eso sí cuidado se te mancha el bigote.   Hazte un favor y renuncia nicolás.

Luego puedes pasear por el malecón y caminar hasta la plaza Elian González, esa que se observa como una bofetada desde las oficinas de Intereses de Estados Unidos. Podrás reflexionar que no bastaba entregar canaimitas a los niños venezolanos para que sus madres aceptaran que les lavaras el cerebro. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Y si el remordimiento te carcome corre hasta la plaza de la Revolución -con ese obelisco dedicado a Martí y que más bien parece sacado de una película la saga de Alien, el octavo pasajero-. No te podrás sentar porque allí no hay bancos pero podrás observar el rostro del Che empotrado en el edificio del ministerio de Economía y preguntarle en qué te equivocaste. Si puedes hablar con los pájaros, quizá hasta te responda. Hazte un favor y renuncia nicolás.

O podrías más bien correr hacia las escalinatas de la Universidad de la Habana cantando eso de “Ella era una chica plástica de esas que veo por ahí. De esas que cuando se agitan sudan Chanel number three”. O no, mejor no. Ya no podrás refugiarte ni en tus canciones favoritas luego del desplante que te hizo Rubén Blades horrorizado por tu represión a los estudiantes. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Ojalá no te tropieces con una de las Damas de Blanco – de esas que han llevado más palo que una gata ladrona por parte de tus panas de los Comandos de Defensa de la Revolución-. Hazte un favor y renuncia nicolás.

Creo que lo único que te quedará es agarrar un coco-taxi y llegarte a esas cuadras escoltadas que resguardan las casas de antiguas parejas de fidel. Quizá te contraten de chofer y vuelvas por fin a ser feliz y dejarnos en paz. Hazte un favor y renuncia nicolás.


domingo, 9 de febrero de 2014

Venezuela busca La Salida





¿Cómo reacciona un ser humano al que se le complica el acceso al alimento, se le amenaza de muerte, se le expropia su negocio, se le niega la posibilidad de expresar su descontento, y que no cree en el sistema de justicia de su comunidad? ¿Y si se trata de todo un país? 
Eso es lo que ocurre hoy en día en Venezuela y la respuesta natural ante este estado de cosas es la proliferación de protestas callejeras con su correspondiente estallido de violencia inevitable – puesto que no todos comulgan con la filosofía de Gandhi.
Los voceros del gobierno tachan de fascista a cualquiera que ose alzar la voz en contra de sus medidas, en un ejemplo claro de proyección psicológica. Y en la cúspide de la esquizofrenia política hace un llamado a la paz mientras arremete con planazos y perdigones –incluso balas- en contra de los manifestantes.
La esperanza por un cambio se había puesto en los procesos electorales. Pero los truculentos artilugios jurídicos y el ventajismo que se utilizaron para allanarle el camino a Miraflores a Nicolás Maduro han destruido la confianza de los venezolanos por el poder efectivo del voto. ¿Qué opción le queda entonces a los venezolanos que no quieren otro militar iluminado dando un golpe de Estado – con la experiencia de Chávez ya estamos escarmentados-? ¿Dónde está La Salida?, y sobre todo  ¿quién abrirá la puerta?
Una opción sería demostrar efectivamente que Nicolás Maduro no nació en Venezuela con lo que su salida del poder sería inmediata.  Otra es probar que se les mintió a los venezolanos sobre la forma, fecha y lugar de la muerte de Hugo Chávez, con lo que el descrédito del gobierno provocaría su caída.
Mientras tanto cabe la posibilidad de no apuntar hacia la cabeza del Gobierno –o más bien su bigote-, sino a los ministros del régimen. Utilizar las protestas de calle para exigir la renuncia de los ministros Miguel Rodríguez Torres – de Interior, Justicia y Paz- e Iris Valera – de Asuntos Penintenciarios-, por su ineficiencia en el tratamiento de la inseguridad, podría generar una espiral virtuosa que facilite el objetivo de sacar del juego al grupo corrupto que actualmente tiene secuestrado el poder en Venezuela. 
Por lo pronto, los venezolanos vemos con envidia lo que ocurre en Ucrania, donde el pueblo en la calle y con un fuerte liderazgo no descansa en su afán por producir un cambio político en su país. Pero aún no encontramos al “Vitali Klitshko” venezolano puesto que el liderazgo de Henrique Capriles se nota desinflado mientras que el de Leopoldo López demasiado incendiario como para aglutinar el clamor unánime de la población.
Creo que la opción será la que planteó una señora que trabaja limpiando casas en Caracas. Para ella La Salida es la siguiente: Como no hay hombres que saquen a esta gente del gobierno va a tener que ser una mujer, y no cree que será María Corina Machado. Más bien piensa que será una mujer de pueblo que salga arrecha y que su clamor contagie al resto de la población.
Así que esperamos que la María, Juana o Carmen venezolana salga a la calle y nos llame al resto para no retornar al hogar hasta decirle al gobierno de forma definitiva que está bueno ya, que se le acabó el tiempo y que se vaya de una buena vez al mar de la felicidad cubana, o a Irán, o a Bielorrusia, o a Corea del Norte o  China, o a donde le dé la gana, pero que se vaya y deje por fin su guachafita.